mi segunda estancia en galdácano superó todas mis expectativas. la atención de la familia fue excepcional, la dueña nos mimó con su amabilidad y nos guió en nuestras visitas por euskadi. la casa rural es acogedora, con habitaciones cómodas y un desayuno casero delicioso. sin duda, volveré nuevamente.

ruido de los coches muy molesto.

Hermoso lugar rodeado de naturaleza y amplios jardines. Personal amable, atentos y buen desayuno a buen precio. Además, habitaciones cómodas y amplias. ¡Recomendado para desconectar y disfrutar de unas vistas espectaculares!

Aspectos positivos de mi estancia en Galdakao/Bilbao:

Limpieza y decoración rústica elegante. Trato familiar de los propietarios.- Ubicación tranquila y cercana a Galdakao/Bilbao.- Precioso jardín cuidado y bonito.- Personal amable y atento.- Desayuno abundante y delicioso.- Habitación amplia y cómoda.- Relación calidad-precio extraordinaria

No pude encontrar ningún fallo.

Hermoso lugar con excelentes paisajes y decoración típica. El personal amable brinda una atención excepcional. El desayuno abundante y delicioso. Habitaciones espaciosas y cómodas. Fácilmente accesible en coche y cerca de la playa. ¡Una experiencia inolvidable en el norte!

Un lugar maravilloso con vistas espectaculares, acogedor y tranquilo. Trato amable de la familia, nos hicieron sentir como en casa. Recomendadísimo y esperando volver.

Nada, es perfecto.

Una de las mejores experiencias de nuestras vidas! Nos enamoramos de Euskadi antes y ahora nos sentimos como en casa. El hotel es precioso, con un entorno lleno de zonas verdes, un jardín bien cuidado y viñedos al fondo. La recepción es acogedora, toda de madera y piedra. La habitación tiene suelos y techos de madera, las camas son cómodas y las almohadas firmes. Las vistas al jardín son impresionantes y el lavabo está impecable. El desayuno es excelente, casero y abundante. La atención de Tere y su familia es increíble, nos hicieron sentir como en casa y nos dieron consejos detallados sobre los sitios a visitar en Euskadi. Definitivamente volveremos. Gracias.

Insisto, este lugar es super recomendado.

La atención del personal en Casa Rural Erdikoetxe Hostal es exquisita. Desde el momento en que llegamos, nos sentimos bienvenidos y atendidos. Los dueños, Teresa y Andoni, nos proporcionaron información detallada sobre las principales visitas turísticas obligatorias y nos orientaron en cada lugar de interés. Además, el desayuno que sirven es realmente delicioso y variado. Nos encantó la belleza y limpieza de la casa y la finca en general, y también apreciamos el amplio aparcamiento disponible. Sin duda, Teresa y Andoni son unos excelentes anfitriones y hacen que te sientas como en casa. Estamos deseando volver a hospedarnos allí.

Nada en absoluto de lo que quejarse.

El trato personal fue excelente, la propiedad y la limpieza eran notables, y los desayunos eran deliciosos. Recomendaría este lugar sin dudarlo.

Me sentí bastante seguro, no tuve ningún inconveniente.

Lo mejor de mi estancia fue la amabilidad del personal, quienes me dieron una cálida bienvenida y me ayudaron en todo momento. La limpieza de las instalaciones y el amplio estacionamiento también fueron aspectos destacables. Además, la ubicación del hotel era ideal, cerca de la ciudad pero en un entorno tranquilo. El desayuno era muy bueno y el personal se adaptaba a mis preferencias. Definitivamente volveré a este lugar cuando necesite viajar por trabajo en esta zona.

Nada que pueda disgustar.

Nos hospedamos en una casa rural en el País Vasco con unas vistas maravillosas a la naturaleza. La recepción era acogedora, toda de madera y piedra. La habitación tenía suelo y techos de madera, y las camas eran cómodas para descansar. El desayuno estaba muy bien y el personal era amable y atento.

Había algo de ruido de tráfico debido a la ubicación al lado de la carretera.

Personal amable, desayuno excelente, ubicación conveniente para explorar País Vasco en auto, ambiente acogedor.

El hotel es precioso, con un entorno lleno de zonas verdes y un jardín con césped perfectamente cortado y viñas al fondo. Las mesas exteriores y las sillas son muy cómodas para disfrutar del jardín. La recepción es acogedora, con madera y piedra. Las habitaciones tienen suelos y techos de madera, camas cómodas con almohadas firmes y vistas al jardín. El lavabo es pequeño pero muy limpio. El personal brinda una atención exquisita y el desayuno está muy bien.

Me sentí como en familia, no me puedo quejar.

El ambiente típico euskaldun y la ubicación privilegiada hacen de este lugar una experiencia inolvidable. La atención de la familia es excepcional, siempre preocupados por nuestras necesidades y brindando un trato personalizado. Las habitaciones son cómodas y cuentan con todo lo necesario. El desayuno casero y abundante es delicioso. Sin duda, volveremos.

El lugar es hermoso, rodeado de naturaleza y con amplios jardines. La casa es acogedora y la atención inmejorable. El desayuno es excelente en calidad, cantidad y precio.

Me sentí muy a gusto, no tengo ninguna queja.